No utilices el tiempo como vehículo.
Camina sin prisas,... poco a poco.
Los desperdicios no son de todos. Son tuyos.
Lo pequeño es hermoso, respétalo.
Que tu único rastro sean tus huellas.
Aunque el tiempo corra, tú no lo hagas.
Las prisas las creó el hombre, no la Naturaleza.
En la Naturaleza hay cosas que no pueden verse ni tocarse.
Sólo sentirse.
Recuerda: mil ojos te están mirando.
El camino ya está hecho. No pierdas la senda.
La Naturaleza crea adicción. Ten cuidado con ella.
Alberto Luengo
(Zumardi)